C 9402 CIPRIANO DE RORE: IL QUINTO LIBRO DI MADRIGALI, 1568 [11,99 Euros]

Sobre el Quinto Libro di Madrigali de Cipriano Rore (pub. posth, 1568):

Conde Bardi (ca. 1580): Utilizando cada fibra de su genio, se dedicó a hacer inteligibles el verso y el sonido de las palabras... este gran hombre me dijo, en Venecia, que esta era la verdadera manera de componer, y a la vez otra diferente.

Alfred Einstein (1949): Todos los madrigales del siglo XVI que reivindiquen una cierta dignidad se basan en Rore... su verdadero sucesor espiritual fue Monteverdi. Rore es la clave de todo el desarrollo del madrigal italiano después de 1550.

Anthony Rooley (1993): Aquí el oyente atento encontrará una música apasionada, pero serena; sublime, pero sensual; contemplativa, pero comprometida. Un momento único en la cultura musical europea se refleja en esta colección póstuma de uno de los compositores más venerados de su época. Aquí descubrimos el equilibrio perfecto entre la arquitectura polifónica intelectual del norte y el lirismo y la sensualidad del sur.

Cipriano de Rore murió en 1565, a la edad de 49 años, en la ciudad italiana de Parma. Al año siguiente, Il Quinto Libro di Madrigali para cinco voves fue publicado por el impresor Gardane como homenaje y en recuerdo a Rore. Gardane se muestra entusiasmado con estos madrigales y afirma que la obra de Rore es una destilación de la tradición polifónica de Josquin, Mouton y Willaert. Sin duda, esta dedicatoria final representa la consumación del desarrollo musical de Rore, que continuó siendo admirado y estudiado minuciosamente por la generación de Claudio Monteverdi. Así, con Rore como transmisor, la primera gran época clásica de la polifonía vocal encarnada en la música de Josquin inspiró el continuo desarrollo de esta tradición a través de Monteverdi hasta mediados del siglo XVII.

Como era de esperar, The Consort of Musicke realiza una interpretación asombrosa de esta música extraordinaria. Las voces limpias, transparentes, puras, plenas de expresividad y emoción de estos asombrosos cantantes (la lista de los componentes impresiona: ¡Kirkby, Tubb, Nichols, King, Agnew y Ewing!) recrean de manera exacta y admirable cada detalle, cada matiz de los textos y de la música de esta extasiante colección de madrigales, una de las cumbres de la creación italiana del Seicento.