C 9630 GASPAR SANZ: SONES DE PALACIO Y DANÇAS DE RASGUEADO [11,99 Euros]

Entre 1674 y 1675, el compositor aragonés (nacido en Calanda, provincia de Teruel) Gaspar Sanz imprimió una pionera colección de piezas para guitarra española, importante por varias razones. Primero, el propio Sanz grabó él mismo las planchas de cobre que utilizó, probablemente porque, dado que en España casi no se imprimía música, difícilmente los impresores locales hubieran tenido los tipos musicales necesarios, o hubieran sabido usarlos. Además, Gaspar Sanz proporciona una gran cantidad de información e instrucción. No sólo incluyó toda su obra para guitarra en los tres libros que publicó a lo largo de dos años, sino que además la acompañó del más completo y útil tratado para guitarra escrito en esa época. La colección incluye una gran cantidad de géneros musicales. En algunos casos son piezas originales sin ninguan conexión con material musical pre-existente, pero también presenta en sus libros variaciones que compuso sobre melodías y patrones armónicos bien conocidos (las variaciones suponen una importante característica de la música española de entonces) y, finalmente, armonizaciones básicas de danzas que parecen hundir sus raíces en la música popular. Todo este material lo compuso para la guitarra de cinco órdenes (cuerdas dobles) de su época, que se tocaba usando dos técnicas principales: la del rasgueado y la del punteado, que Sanz lleva a su nivel más complejo y refinado. La música de Gaspar Sanz es colorista, vívida, armónicamente arriesgada, y extremadamente difícil de tocar, ya que exige de los intérpretes no sólo una gran habilidad de dedos, sino también un profundo conocimiento de los principales ritmos hispanos, tan diferentes de los del resto de Europa, algunos de los cuales incluso nos traen ecos del flamenco, como las espléndidas Xácaras que abren el disco.

Xavier Díaz-Latorre, uno de los miembros principales de los grupos de Jordi Savall, Hesperion XXI y la Capella Reial de Catalunya, está considerado hoy en día como uno de los mejores solistas especializados en los antiguos instrumentos de cuerda pulsada. Su técnica clara y exacta da una luz nueva a estas maravillosas piezas, mientras que su especialísima técnica añade color y autenticidad a los pasajes de rasgueado de las melodías populares. Utiliza una guitarra de cinco órdenes completamente encordada con cuerdas de tripa, que en sus mágicas manos produce un tipo de sonido que enamorará no sólo a los seguidores de la música para guitarra, sino a los amantes de la música en general. Encordar completamente con cuerdas de tripa, por extraño que nos pueda parecer, todavía es algo insólito en el mundo de la música antigua cuando haablamos de los instrumentos de cuerda pulsada, porque muchos intérpretes prefieren utilizar unas cuerdas que mezclan nylon y tripa, más fáciles de tocar y sobre todo de mantener afinadas. Un instrumento completamente encordado en tripa produce un sonido más suave y relajado que permite una técnica de punteado mucho más auténtica, favorece poder realizar una ornamentación verdaderamente barroca y, sobre todo, le da un color completamente diferente a la música. Díaz-Latorre es el indiscutible maestro de los instrumentos de cuerda pulsada encordados en tripa pura, y crea momentos de extasiante magia en este disco. Otro bien conocido especialista de la música antigua, el percusionista Pedro Estevan (ampliamente aclamado como el mejor en su género) forma, junto a Xavier Díaz-Latorre, el grupo Laberintos Ingeniosos. La contribución de Pedro Estevan con los diferentes instrumentos de percusión añade aún más vigor y dirección rítmica a la interpretación de algunas de las melodías de música popular más jubilosas y contagiosas del disco, ayuda a retener algunas de las pegadizas melodías de las danzas y añade majestad y nobleza a melodías inolvidables como la de los Passeos, o la de las preciosas Marionas que cierran el disco. En resumen, estamos ante una entretenidísima colección de piezas que restituyen las instrucciones técnicas de Gaspar Sanz a su mundo sonoro original. ¡Uno de esos discos que querremos eschuchar una y otra vez!